Al asumir este proyecto, nos enfrentamos a retos únicos y estimulantes, cada uno requiriendo una solución creativa y técnica. El primero era crear un video que se adaptara a un aspect ratio y una resolución de píxeles específicos para una pantalla de grandes dimensiones. Este requisito nos obligó a pensar más allá de los formatos estándar, adaptándonos a una escala y claridad visual.

El desafío conceptual fue representar de forma abstracta conceptos como puertas y acceso. Después de varias rondas de bocetos y storyboards, nuestra solución fue ilustrar estos conceptos a través de varios «mundos» en el video, cada uno simbolizando un valor de la empresa. Estas «puertas» metafóricas permitían el tránsito entre los mundos, una metáfora visual que resultó ser un completo acierto.

La paleta cromática fue cuidadosamente seleccionada para reflejar los colores de la empresa y crear una armonía visual en el entorno. Aunque inicialmente optamos por tonos claros y limpios, decidimos transitar hacia una paleta más oscura pero manteniendo los colores corporativos. Esto no solo resultó más agradable visualmente, sino que también añadió un toque de elegancia al diseño.

Dada la magnitud de la pantalla, cada pequeño detalle y la calidad del renderizado cobraron una importancia crucial. Por eso tuve el ordenador renderizando día y noche los 5000 frames del bucle perfecto, además de realizar simulaciones de físicas para aportar un aspecto orgánico al video, en línea con uno de los valores de la empresa.

Finalmente, añadí mi toque personal al proyecto: una fusión de formas geométricas simétricas con elementos orgánicos y naturales. Este enfoque no solo reforzó la identidad visual de la empresa, sino que también le dio al video un carácter distintivo y memorable. El resultado fue una obra de arte digital que no solo cumplía con los requisitos técnicos y conceptuales, sino que también se destacaba como una pieza visual única y cautivadora.