Nos enfrentamos a un desafío formidable: recrear a la perfección el tamaño real del espacio a reformar en un entorno de realidad virtual. Era crucial que, al usar las gafas VR, los usuarios experimentaran una sensación de escala auténtica, sin ninguna distorsión que pudiera alterar la percepción del entorno.

Nuestro enfoque se centró en asegurar que la navegación fuera no solo intuitiva, sino también fluida y natural. Queríamos que los usuarios se desplazaran por el espacio virtual con la misma facilidad y familiaridad que lo harían en el mundo real. Además, el diseño del entorno virtual debía ser meticuloso, permitiendo aislar y destacar visualmente las áreas clave de interés, garantizando así una experiencia de usuario enfocada y sin distracciones.

Desde la concepción hasta la ejecución, cada etapa del desarrollo fue una aventura en innovación y precisión. Los bocetos iniciales, las sesiones de brainstorming y las pruebas finales se realizaron con un objetivo claro: perfeccionar una experiencia que no solo fuera realista y envolvente, sino también accesible y atractiva para un amplio rango de usuarios.

Para alcanzar la excelencia en este proyecto, era esencial la compatibilidad con diversos modelos de gafas VR. Trabajamos incansablemente para optimizar el proyecto, asegurando una experiencia fluida y consistente en diferentes dispositivos. El resultado fue una solución a medida para ISDIN y El Corte Inglés, un testimonio de nuestra capacidad para superar retos técnicos y crear una experiencia de realidad virtual que estableció nuevos estándares en la inmersión y la interactividad.